Detrás de casa a pocos metros salieron muchos “rovellons” los había intentado fotografiar otras veces sin éxito y en otras ocasiones iban directamente al cesto.
Aquella mañana de agosto salí de casa con toda la intención de fotografiarlos y no parar hasta conseguir alguna imagen decente.
Después de unas cuantas horas volví a casa satisfecho, la tarjeta llena y el cesto tambien.
Hola Alex, he descubierto tu blog hace poquito, y decirte que me gustan mucho tus fotos micologicas, es una tematica que no se ve mucho! y me parece que lo haces muy bien :)
ResponderEliminarTe agrego a gReader para seguir lo que publicas.
Un saludo.
acalu.es